Cuba abre sus puertos y aeropuertos, y permite alojarse en casas particulares

Luego de decretar el paso a la nueva normalidad en la mayoría de las provincias del país, el gobierno cubano ha autorizado ahora formalmente la reactivación de las actividades turísticas, con todo lo que ello implica en cuanto al arribo naves y aeronaves al país, así como el alojamiento en los hoteles y hostales particulares, o la apertura de diferentes instalaciones recreativas tanto para el mercado interno como para los turistas internacionales.

Así lo dio a conocer el ministro cubano de turismo, Juan Carlos García Granda, durante su comparecencia televisiva en el programa La Mesa Redonda, donde precisó que se reanudarán las operaciones turísticas en todos los destinos que se encuentren comprendidos en provincias con “nueva normalidad”.No obstante, aseguró que la apertura será paulatina y siempre en dependencia de la demanda y el comportamiento que vayan teniendo los destinos tradicionales.

Las aerolíneas aéreas podrán vender “solo vuelos” para los aeropuertos abiertos, a excepción del aeropuerto de Cayo Coco, que todavía no ha pasado a la nueva normalidad, dijo García Granda, quien además explicó que su ministerio ya está en contacto con las líneas aéreas.

Al llegar a suelo cubano los viajeros deberán llenar una declaración jurada sobre su estado de salud y realizarse un PCR gratuito, entonces los extranjeros podrán hospedarse en los hoteles y las casas de renta particulares, en todos los territorios que se encuentran en nueva normalidad y no estarán segmentados ya con los turistas nacionales para disfrutar de las instalaciones y servicios turísticos.

Los hostales particulares que comiencen a hospedar turistas deberán informar sobre huéspedes con síntomas virales, y asegurar el uso de sustancias desinfectantes como hipoclorito y alcohol, para el saneamiento de las diferentes superficies y manos.

Se reinician las operaciones en las marinas internacionales, se reactiva la renta de autos; y los turistas del mercado interno tendrán acceso también a los cayos de las provincias con nueva normalidad.

Cuba ya ha abierto todos los aeropuertos internacionales, excepto el Internacional José Martí de La Habana, que se mantendrá limitado a vuelos humanitarios y de carga; y el de Cayo Coco, abierto solo para el turismo en la cayería de Ciego de Ávila.

Siendo así, “se permite la entrada y salida de cubanos y extranjeros residentes y no residentes en el territorio nacional. Se eliminan las restricciones existentes hasta el momento. Todas las operaciones se realizarán bajo estrictos protocolos sanitarios. El 100% de los pasajeros recibirá una prueba de PCR a su llegada”, precisó el ministro de transporte Eduardo Rodríguez Dávila en La Mesa Redonda

No obstante, recordó que el proceso de arribo de pasajeros a suelo cubano será gradual pues ahora corresponde ponerse en contacto con las autoridades aeronáuticas para puntualizar los detalles, en un contexto en el que la aviación internacional no se ha recuperado totalmente.

“Las personas que tenían boletos comprados o las que pretendan viajar deberán ponerse en contacto con las aerolíneas para precisar sus opciones. Se ratifica la limitación de equipaje de hasta dos piezas en bodega, de hasta 32 kg cada una, otra medida adoptada para agilizar los movimientos en aeropuertos”, dijo el ministro.

De igual manera aseguró que se permitirá en lo adelante la entrada y permanencia a aguas territoriales cubanas de las embarcaciones de recreo, y desde el venidero 19 de octubre se pueden recibir cruceros, siempre bajos los protocolos y procedimientos establecidos por el ministerio de Salud Pública.

Al cierre del día de ayer se reportaban 56 casos positivos a la Covid-19 y un fallecimiento en el país, no obstante, desde el pasado 8 de octubre el gobierno cubano decretó el paso a una “nueva normalidad”, urgido por una seria crisis financiera que ha estado agravada por la pandemia de coronavirus y las crecientes presiones desde la Casa Blanca.

El turismo es una de las principales actividades económicas del país, de modo que con la apertura de fronteras se busca atraer divisas frescas que permitan reactivar la economía nacional tras seis meses de cierre absoluto. Según varios analistas y funcionarios del propio gobierno cubano se trata de una apuesta de alto riesgo, dada la posibilidad de que se descontrole la enfermedad en el país.